- 400 gramos de alubia blanca de riñón.
- 1 cebolla.
- 2 dientes de ajo.
- 2 ó 3 hojas de laurel.
- ½ vaso de aceite.
- 1 cucharada rasa de pimentón de la vera picante.
- agua.
- sal.
- oreja (opcional).
- 1 loncha gordita de panceta (ó tocino).
- chorizo curado.
- morcilla asturiana.
- punta de jamón serrano.
Pondremos las alubias en agua fría 3 horas antes de empezar a cocinarlas. Después de escurrir este agua, las ponemos en una olla, las cubrimos con agua fría nuevamente y las ponemos a fuego fuerte.
Añadimos la cebolla partida en cuatro trozos, 2 ajos pelados pero enteros, ½ vaso de aceite, el pimentón y las hojas de laurel. Añadimos en este momento también la carne: la panceta, el chorizo, punta de jamón serrano. Todo menos la morcilla que reservaremos.
Las alubias deben ser "asustadas", es decir hay que romper el hervor 2 ó 3 veces, para ello, echaremos un vaso de agua fría, a medida que el caldo se vaya reduciendo. El número de veces dependerá de lo duras que sean las alubias.
Las tendremos a fuego vivo y tapadas la primera hora, luego las tendremos una hora ó una hora y media más a fuego lento.
IMPORTANTE: las alubias no se remueven por que se rompen. Moveremos la olla.
Cuando quede ½ hora para terminar la cocción echamos la morcilla. Será entonces cuando probaremos las alubias para decidir si necesitan una pizca de sal ó no.
La carne la partimos en trozos y emplatamos.
TRUCO: si las alubias te han quedado demasiado caldosas prueba a trituras unas pocas alubias, ó trozo de patata cocida y unas pocas alubias.
Y así me quedaron, hasta luego amigas,