Hola amigas: Esta receta proviene
de mi casa de León, mi abuela me la ponía como un premio cuando era pequeña. La
característica que la hace especial es que la patata sea gallega y el chorizo
sea de León….. ja,ja,… pasión por la tierra. Esta receta tiene algunas
variables que iré mostrando, no porque conlleve complicación sino por que a
veces se necesita verlo para que apetezca. Sin duda, para mí, es una de las
recetas que más me gustan en el mundo, sé
que no es nada del otro mundo, pero….., sinceramente….. Probadla. No
tengo ninguna duda de que me daréis la razón.
INGREDIENTES.===
2 patatas pequeñas por persona.
1 chorizo por persona.
Aceite de oliva.
Sal gorda.
Pimentón de la Vera picante.
Agua.
ELABORACION.===
En una olla ponemos agua, los
chorizos y las patatas peladas (aunque el concepto más puristas dice que con
piel), al ser pequeñas, las echaremos enteras, si son un poco grandes en dos ó
varios trozos, pero siempre en trozos grandes. Una vez empiece a hervir
unos 20 ó 30 minutos. Importante: para saber si la patata ya está echa
utilizaremos la punta de un cuchillo, si entra y sale con suavidad ya está.
Pasado este tiempo, escurrimos el
agua, en un plato colocamos las patatas, y el chorizo cortado en rodajas
hermosas.
Y ahora bien el punto de gracia:
primero echamos el aceite de oliva, un chorrito, después el pimentón: la
cantidad como si lloviese el pimentón. Es importante que quede bien distribuido
y la cantidad no sea excesiva. Un truco sería echarlo utilizando un
colador y espolvoreando. Y finalmente la sal gorda. La importancia de
este orden estriba en que el aceite no arrastre el pimentón ni la sal.
Y ya está. Ya me contaréis.
Y así me quedaron a mí, hasta luego amigas,
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